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Cómo reducir la huella de carbono en el embalaje: Guía práctica y sostenible

Uno de los aspectos clave (a menudo infravalorado) para reducir la huella de carbono de tu negocio, es el packaging. El embalaje de productos puede ser una fuente significativa de emisiones de carbono, desde su fabricación hasta su disposición final, pero también representa una oportunidad única para reducir el impacto ambiental y diferenciarse en un mercado cada vez más consciente con los retos ambientales que se nos presentan. Así pues, a continuación, te compartimos unas soluciones prácticas para reducir la huella de carbono de tus embalajes.
Elige materiales sostenibles
Minimiza el material de tus envases
Menos es más cuando se trata de packaging. Prioriza un diseño eficiente que elimine capas innecesarias o elementos decorativos que no aportan valor. Elige el tamaño justo de tus envases acorde al producto que van a contener y ten en cuenta el peso de los mismos. Todo ello favorecerá una distribución más eficiente de tu packaging, ya que a menor tamaño y peso, se producen menos emisiones durante el envío.
Facilita el reciclaje y la reutilización de tus envases
Un packaging sostenible no termina en las manos del cliente, debe estar pensado para darle una segunda vida. Esto es posible cuando se usan envases monomateriales que facilitan el proceso de reciclaje, el etiquetado de los productos es claro y con instrucciones visibles sobre cómo reciclar el empaque.
Mide y compensa tu impacto
No se puede mejorar la huella de carbono de los envases que usamos si no sabemos en cuánto afectan. Por ello es importante evaluar el impacto de tu packaging analizando estos factores:
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El ciclo de vida: Evalúa el impacto en el medio ambiente de tu packaging, desde la extracción de materiales hasta su disposición final.
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La huella de carbono: Herramientas como Carbon Trust permiten calcular las emisiones específicas de los envases.
¿Y una vez sabes el impacto de tu packaging, qué puedes hacer? Con los datos sobre la mesa, ya se pueden tomar mejores decisiones para minimizar la huella de carbono. Aquellas emisiones que no se pueden evitar (transporte, fabricación, etc.) se pueden compensar con proyectos de reforestación o con el uso de energías limpias que equilibren el impacto.
Reducir la huella de carbono a través del packaging no es solo una tendencia, es una necesidad. Desde materiales sostenibles hasta modelos circulares, cada decisión cuenta. Implementar estas estrategias no solo beneficia al planeta, sino que también fortalece tu marca frente a consumidores cada vez más exigentes con la sostenibilidad. Recuerda que el cambio no tiene que ser radical desde el primer día. Comienza por pequeños ajustes que puedas escalar y mantener con el tiempo. El futuro del packaging (y del planeta) depende de las decisiones que tomamos hoy.