Actualidad

Desperdicio alimentario: Cómo prevenirlo con ayuda de un buen packaging.

Las Naciones Unidas estiman que más de mil millones de toneladas de alimentos se desperdician en el mundo cada año. Esto no solamente sucede en las casas de los consumidores, también está presente en toda la cadena de producción, desde la agricultura y ganadería hasta el consumo en el hogar. El desperdicio alimentario de los servicios de restauración y catering, distribuidores y vendedores representa el 58% de los residuos de alimentos generados en la Unión Europea. En esta problemática, los embalajes juegan un papel fundamental.

Aunque parezca contradictorio, ya que los envases en sí mismos también se convierten en residuos, la realidad es que un buen envase alimentario tiene beneficios positivos para prevenir el desperdicio de productos a lo largo de la cadena de suministro. Un embalaje orientado a ese propósito ayuda a aumentar la seguridad de los alimentos, alarga su vida útil y ayuda a ahorrar recursos materiales, energéticos y económicos si se aplican las siguientes medidas.

Dosificación del contenido

Empaquetando proporciones realistas para el consumo, se logra prevenir el desperdicio de alimentos ya cocinados, que son difíciles de volver a envasar correctamente para consumir más tarde.

Educación

Los embalajes con un breve “manual de instrucciones” ayudarían al consumidor a proteger y almacenar el producto para que dure más tiempo en óptimas condiciones.

Optimización

Más de un 20% del producto envasado se desperdicia porque resulta difícil de extraer. El embalaje debe ayudar a los consumidores a aprovechar su contenido al máximo, por lo que hay que evitar que se malgaste alimento por no poder acceder al fondo del envase, por ejemplo.

Alargar la vida útil

Añadiendo sistemas activos como antioxidantes, absorbedores de oxígeno, de etileno y humedad ayudamos a conservar mejor los alimentos alargando así su vida útil.

Envases inteligentes

Cuando el consumidor tiene dudas sobre el estado de un producto, lo más probable es que este vaya directamente a la basura, aunque esté en condiciones óptimas. Por ello, un embalaje que proporcione información sobre el deterioro real del producto, ayudará a tomar mejores decisiones. Por ejemplo, los embalajes podrían incluir etiquetas que cambien de color para mostrar el nivel de frescura óptima del producto. Esta información sería mucho más veraz y realista que una fecha de caducidad y ayudaría a reducir el desperdicio de alimentos en el hogar.

Definitivamente, un embalaje que reúna todas estas cualidades supondría una revolución para la industria alimentaria. Empezar a invertir en packaging sostenible que ayude a una mejor optimización de los productos que contiene es absolutamente necesario y urgente. Su aplicación ayudaría a rentabilizar la industria alimentaria, protegería el medio ambiente y haría la vida más fácil a los consumidores finales. Si toda la cadena sale ganando, es cuestión de tiempo que los embalajes acaben dando un giro hacia una mejor gestión de los alimentos que contienen.

Contacto:

935 026 041
info@packme.eco

¿Te unes a nuestra
comunidad eco-friendly?

© Copyright • Packme eco S.L. – 2021 • Powered by estudi-oh!