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IMPUESTO AL PLÁSTICO NO REUTILIZABLE

El 2023 será un año movido para la industria del packaging, pues el 1 de enero se comenzará a aplicar un impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables. Esta tasa, que se ampara en la ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados, sigue la línea de la normativa sobre plásticos que el Gobierno Español, junto con la Unión Europea, lleva aplicando desde el 2015 con el objetivo de reducir el impacto de los envases plásticos en el medio ambiente.

¿Qué productos quedan exentos de este impuesto al plástico?

Quedará exento de este impuesto el packaging que utilice un 100% de productos plásticos reciclados durante su proceso de fabricación y transporte, así como los envases que sean considerados reutilizables.

Un envase será catalogado como reutilizable cuando su grosor y diseño permiten ser usado varias veces con la misma finalidad para la que fue fabricado. Por ejemplo, nuestra bolsa de Asa Galga 200 es un envase de plástico reutilizable y por lo tanto el impuesto no se aplica en la compra de este producto.

Además, la materia prima que se genera de los sobrantes de producción y se reintroduce en el proceso productivo, solo se considera material reciclado cuando es tratada con un alto coste de procedimiento por una empresa acreditada y, por lo tanto, no se le aplicará ningún impuesto.

En cuanto a los envases biobasados o biodegradables, solo se librarán del impuesto al plástico si son considerados productos reutilizables.

¿Cuánto costará el impuesto al plástico?

El coste de aplicación del impuesto será de 0.45€ por Kg. de plástico virgen. Es decir, por cada kilo de plástico no reciclado, habrá que pagar un extra de 0,45€ en la compra del packaging y material plástico. Esto siempre que el envase no sea reutilizable.

Te ponemos algunos ejemplos sobre cómo se verá reflejado este impuesto en la compra de packaging para que se entienda mejor su aplicación:

Si compras un kilo de bolsas hechas con un 100% de plástico virgen y estas bolsas además no son reutilizables, entonces se aplicará una tasa de 0,45€ al precio final.

Si haces una compra de un kilo de bolsas de plástico hechas con un 30% de plástico virgen y no son reutilizables, se aplicará un coste extra de 0,13€.

Si haces una compra de un kilo de bolsas de asa galga 200 con un 30% de plástico virgen, no se te aplicará ningún impuesto ya que el producto es considerado reutilizable y por lo tanto está exento de esta tasa.

¿Afectará este impuesto al precio final de los embalajes?

El pago de este impuesto lo asumirán los primeros compradores de la materia prima. Es decir, a partir de enero, los distribuidores y fabricantes de envases empezaremos a pagar este impuesto en las compras de materiales y envases no reutilizables.

Como es lógico, es de esperar que este impuesto se vea reflejado en el precio final de los embalajes no reutilizables comprados a partir del 1 de enero de 2023. Esto hace que sea un buen momento para replantearse nuevos tipos de embalajes más sostenibles, tanto a nivel económico como para el planeta.

Muchas empresas deberán considerar si merece la pena seguir comprando embalajes que usan un alto porcentaje de plástico virgen en su fabricación y transporte y que, además, no pueden ser reutilizados. Quizás a partir del próximo año será más rentable pasarse a materiales más sostenibles y libes de impuestos, como las cestas kraft o las bolsas reutilizables.

¿Será este impuesto una losa para el consumidor final o será el impulso definitivo para que hagamos el cambio a un packaging más ecológico? El debate está abierto, pero solo el tiempo podrá dar la respuesta definitiva a esta pregunta.

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