Para una empresa que está intentando encontrar su hueco en el mercado, el packaging es esa imagen diferenciadora que hará destacar su producto del resto de productos del mercado. Los colores y la forma del envase van a ser asociados con su marca durante muchos años, así que es importante elegir bien su diseño.

Sin embargo, los envases también pueden ser una buena herramienta para destacar productos concretos o comunicar una historia.

Por ejemplo, si un negocio lleva años comercializando un mismo producto y decide hacer un cambio para mejorarlo, crear un packaging acorde a esa nueva variación es fundamental para comunicar a sus consumidores habituales que el el producto que llevan años comprando ha mejorado y que, por lo tanto, la empresa está en constante evolución y esforzándose para ofrecer lo mejor a sus clientes. Un pequeño cambio de color o de la forma del envoltorio y un eslógan informando del cambio pueden cumplir con ese objetivo.

En cuanto al storytelling de la marca, este puede verse reflejado en sus envases haciendo partícipe al cliente de su historia. Un ejemplo clásico del uso del storytelling en los envases son las cajas de cereales. Muchas de ellas aprovechan un espacio de la caja para dedicarlo a explicar el origen de su negocio y su propósito. Y para rematar ese intento de fidelizar a los clientes, introducen juegos y dinámicas atractivas para sus consumidores finales: Los niños. De este modo hacen que los clientes se impliquen en su marca y en su historia y que adquirir sus productos sea toda una experiencia.

Como ves, el envase de tu producto no solo lo protege sino que además comunica tu identidad como marca. Dice quién eres, qué haces y por qué deberían elegirte a ti y para que este mensaje quede claro, es necesario contar con una estrategia de packaging bien definida que tenga en cuenta lo siguiente:

Tu negocio debe ser reconocible bajo un branding homogéneo. El logo, los colores, el diseño de tu espacio y de tus productos deben estar englobados bajo una misma identidad.

Dicho de otro modo, el envoltorio de tus productos funciona como la firma de un artista. Los envases deben decir quién ha hecho el producto transmitiendo tu sello de calidad y confianza al cliente.

Define el perfil de tu cliente al detalle y diseña el packaging de tu producto acorde a ese perfil. Por ejemplo, si tu finalidad es llegar a consumidores de un poder adquisitivo alto, el envoltorio de tus productos debe transmitir lujo y exclusividad.

El diseño del packaging debe tener en cuenta al consumidor final para demostrarle que su producto ha sido tratado con cariño y que ofrecerle un buen servicio es lo más importante. Por eso, el envoltorio debe estar diseñado para que sea funcional, fácil de abrir y que se dirija al cliente de forma personal. Añadir detalles comunicativos como una nota personal o un mensaje de agradecimiento, aunque sea genérico, pueden marcar la diferencia en la experiencia de compra de un producto y hacer que esa persona vuelva a elegirte a ti la próxima vez.

Esperamos que este artículo te haya ayudado a ver el packaging como una pieza imprescindible de la estrategia de marketing de tu negocio, pero para que esta no falle, es importante contar con un distribuidor con experiencia que entienda los materiales y sus posibilidades. De nada sirve hacer un gran diseño si luego este es caro o difícil de aplicar en la vida real.

Si quieres sacarle el máximo partido a tu packaging de una manera realista y con el mejor coste-beneficio para tu negocio, escríbenos. Estamos disponibles para resolver tus dudas cuando lo necesites.